Realizado en el norte de España por Maritxu Guler y Luís Peña Longa, constituye una de las últimas y más geniales obras de la casa Fournier. Sus diseñadores recogen tradiciones esotéricas y de diseño de naipes centroeuropeos, que sintetizan muy bien logrando una baraja de Tarot muy original a la par que bien documentada.
Desde que el mundo es mundo, la baraja del tarot llama la atención de aquellas
personas que no están iniciadas en este arte.
En el tarot hay 78 cartas, 56 de ellas las que se llaman arcanos menores, se dividen en cuatro palos: oro, espada, copa, basto, como las cartas de juego que hoy conocemos.
Además, existen otras 22 cartas de tarot, los arcanos mayores, que no se parecen en nada a las otras, ya que cada una de ellas representa una escena de la búsqueda espiritual del hombre, del proceso de evolución de la humanidad (individual y colectivamente). Los arcanos menores por su parte, representan escenas y
situaciones de la vida cotidiana.
¿QUÉ PODEMOS LLEGAR A SABER A TRAVÉS DE LAS CARTAS?
Las cartas tienen muchos significados, algunos en el plano material (cuestiones de dinero, amores, éxitos profesionales), otros en el espiritual (búsqueda de la identidad divina, deseos de superación como ser humano, interrelación kármica, es decir, situaciones a las que no se puede escapar por que son parte de nuestro destino actual para que comprendamos o aprendamos una situación) y otros en el plano esotérico, que son aquellos que nos revelan los grandes secretos de la humanidad, y a veces las situaciones que no llegamos a comprender desde nuestro raciocinio, porque la explicación traspasa el plano normal y cotidiano, por uno mas complejo y originado por efectos no naturales.
Usted podrá preguntar a las cartas lo que desee, pero llegará un momento en que comprenderá que ellas responden lo que la persona “necesita saber”.
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